jueves, 19 de marzo de 2015

UNA VICTIMA DE LA INDUSTRIA DE LA PORNOGRAFÍA




Jennifer Case Ex "Estrella Porno" Rescatada y Rehabilitada por Jesús

* " Siento que la única manera de recuperarme es estar con Dios en mi vida. Dios me da la esperanza  que no tenía antes. Los últimos años han sido duros, pero valió la pena. Las cosas que me han ayudado han sido el apoyo constante de los demás, la oración, la Palabra de Dios, y mucho amor. Las cosas más difíciles han sido tratar de romper los viejos hábitos y conseguir un "trabajo real". Se trata de aprender a vivir de manera distinta y mejor"
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* "Jesús era la única manera que podía salir y permanecer fuera para siempre. Por una vez, tuve esperanza. Jesús me salvó la vida. Su amor es increíble. Nunca había experimentado el amor de esa manera. Mi mente se renueva todos los días por él. Todas las mentiras que han gobernado mi vida están siendo reemplazadas por la verdad, la palabra de Dios. Me he dado cuenta de que Dios es mi padre y se hace cargo de mí. Ha empezado aarreglar las cosas en mí que se habían roto"

* “Hombres, ¡Dios los ama! Yo también los quiero y siempre rezaré por todos ustedes, para que se rompan las cadenas. Son esclavos de la pornografía tanto como cualquier estrella del porno. Si están viendo pornografía o son adictos a ella, ustedes están tratando de llenar un vacío dentro de ustedes que sólo Dios puede llenar. Siempre que ustedes miran pornografía, están haciendo el vacío más grande"
* "Si piensan que pueden mantenerse en la oscuridad, Dios los llevará a la luz para acogerlos y sanarlos”
22 de enero de 2011.-  Jennifer Case dice que abandonó la industria del sexo hace tres años por la gracia de Dios, y su mensaje a los hombres es muy claro: “Hay una persona real al otro lado de las imágenes que ustedes están viendo, y ustedes están destruyendo su vida y las vidas de sus hijos”.
En una entrevista-testimonio con The Porn Effect, Case manifiesta desde su propia experiencia personal el daño que la industria del porno produce en las mujeres afectadas. Ella dice que fue traumatizada, oprimida y abusada, y que se enredó con las drogas y que necesitaba el dinero del porno para seguir teniendo acceso a ellas. Físicamente tenía que hacer frente a enfermedades de transmisión sexual: “Tuve muchísimas y diferentes infecciones todo el tiempo. Abandoné Hollywood, porque me enfermé mucho con clamidia. Me dolía tanto mi abdomen que tuve que volver a casa”, afirma. Ofrecemos la esencia de ese poderoso testimonio de conversión y curación.
(April Garris /The Porn Effect / Escuchar la Voz del Señor) - ¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde que salió de la industria del porno?

- Oficialmente dejé la industria del sexo hace aproximadamente 3 años después de tener un encuentro personal con Cristo, pero me detuve activamente de hacer porno acercándome a los 30 años, cuando me casé y tuve a mi hijo.No estuve mucho tiempo haciendo porno, pero usé mi título porno para venderme más a mí misma en otras áreas y funcionó. Utilicé mi experiencia porno  para promoverme como bailarina y prostituta, etc.

Exactamente tenía 20 años cuando me mudé a Hollywood para entrar en la corriente principal del porno.

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- ¿Qué edad tenías cuando empezaste en la industria del porno, y cuánto tiempo estuviste?

- Yo era muy joven, apenas 18 años, cuando empecé a hacer porno y diría que lo he hecho de vez en cuando durante unos 10 años. Yo realmente no sabía cómo cuidar de mí misma y parecía ser una manera fácil de sobrevivir. He estado en la industria del sexo durante unos 15 años. Les encanta aprovecharse de las jóvenes que necesitan dinero.

Aproximadamente, ¿cuántas películas ha hecho?

- Yo probablemente he hecho alrededor de unas 20 películas. 

- ¿Le importaría describir cómo se metió en el porno?

- No se despierta por azar en una persona el ser una artista o interprete pornográfica. Siempre hay algo que le precedió.
¿Puedes explicarnos los acontecimientos que condujeron a tu decisión de entrar en la industria del porno?

- Empecé por hacer otras cosas primero como bailar en un bar de desnudos, haciendo despedidas de soltero y acompañamiento. Necesitaba el dinero, no había terminado la escuela y vivía por mi cuenta en ese momento.Empecé a vivir ese estilo de vida en la industria del sexo por lo que finalmente alguien sugirió que hiciera porno, pagaban muy bien y era legal, así que decidí contactar con un agente local que me inició. El agente me organizó una escena en un hotel barato en Denver y así es como empezó todo. No tenía ni idea de donde me estaba metiendo en ese momento.

- ¿Qué es lo que más recuerdas de esa primera experiencia? ¿Fue muy traumático para usted?
- Esa primera experiencia fue extraña. Estaba preocupada por el hecho de que mi agente había utilizado documentos falsos que mostraban que me había hecho la prueba del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. También recuerdo a una estrella del porno que tenía que trabajar ese día, estaba allí, pero no podía hacer nada porque estaba enferma a causa de su faena en la industria del sexo. 

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- ¿Qué hay de tu infancia? Conozco a un montón de chicas en la industria que tienen antecedentes de abuso sexual, violación, negligencia, o algún tipo de trauma. ¿Crees que alguno de los eventos en tu infancia te hizo más susceptible a la idea de entrar en el porno?

- Definitivamente creo que mi infancia jugó un papel importante para que luego entrara en la pornografía. Mi padre nunca estuvo a mi lado. Mis padres se divorciaron cuando tenía ocho años. A los 14  me escapé de casa y, finalmente, pase a ser tutelada por el estado. Me mantuve dentro y fuera de los hogares de guarda, hogares de grupo, las instituciones, y otros lugares hasta que tuve 17 años. Me escapé mucho y pasé un tiempo en las calles donde me fue fácil meterme en problemas y mi vida nunca fue estable después de eso.  Fuí expuesta a la pornografía a una edad muy joven, ví muchas veces revistas porno siendo niña. Muchas de las cosas que me sucedieron en mi infancia me encaminaron hacia una larga carrera en la industria del sexo.

- Hablas de que tu papá no estuvo presente en tu infancia. Sé que ese es el caso para la mayoría de actrices porno. Sé que fue para mí. ¿Cuál dirías que fue tu estado emocional durante tu carrera porno?

- En realidad es difícil de recordar mucho de lo sucedido. Creo que emocionalmente yo estaba, básicamente negando la existencia de la vida que hacia y me adormecía con marihuana, alcohol y otras cosas para no afrontar mi situación y tener que lidiar con mis sentimientos. Me encontré deprimida y mi comportamiento era errático y muy autodestructivo. Miro hacia atrás ahora y veo que había mucha ira y amargura allí. Yo era un verdadero desastre.

- Para muchas de nosotras, las drogas eran una parte muy importante de cómo afrontar ese estilo de vida. ¿Cómo te enfrentaste mental y emocionalmente a tener que trabajar en la industria del porno?

- Buscaba siempre alguna manera de escapar de la realidad con algo que actuara de anestésico. Muchos años elegí la droga. He sido una bebedora importante desde que cumplí 21 años mientras trabajaba en un bar de topless.También me di cuenta más tarde que el sexo era una droga para mí, y así me acosté con una gran cantidad de personas incluso cuando no estaba trabajando. La marihuana mezclada con licor y el sexo eran una mala combinación y me dejó vacía, sola y deprimida. Eso viene potenciado como mujer en ese estilo de vida, te das cuenta que no tienes que pagar las drogas o el alcohol, etc, porque siempre había alguien allí para proporcionartelos. Una cosa que recuerdo es tratar de separar el verdadero yo de la estrella del porno. Me convertí en dos personas y cada una aparecía cuando era su momento. Mi otra personalidad "Verónica" era sólo una fachada falsa para encubrir y proteger a mi verdadero yo para que yo pudiera hacer mi trabajo. Verónica era muy sociable, extrovertida y audaz. El verdadero yo, Jenni, no tanto.

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- Jenni, una gran cantidad de gente que ve porno creen que las mujeres aman lo que están haciendo, y simplemente están actuando con sus fantasías. ¿Es esta realmente la verdad?

- Esta no es la verdad acerca del porno, es una mentira. Las mujeres que trabajan en el porno no aman lo que hacen y si dicen que les encanta, es una manera de convencerse a si mismas para sentirse mejor haciéndolo.Cuando hacía porno,quería que todo fuera lo más rápidamente posible y todo era para conseguir dinero para mí. Pensaba que hacía lo que tenía que hacer para sobrevivir en ese momento. Mis fantasías generalmente consistían en vivir una vida normal. Yo fantaseaba acerca de lo que sería la vida si no estuviera atrapada en esa pesadilla. Al ver porno está viendo una mentira que se hace para destruir.

- Amén! Cuando usted estaba en el porno, ¿cuál fue su opinión de los chicos que veían porno - o incluso los hombres en general?

- Llegué a odiar a los hombres en general y no tenía ningún respeto por los que veían porno. Pensaba que los hombres son perversos y sólo querían una cosa de la mujer y que trataban a las mujeres horriblemente. Pienso ahora de los hombres de manera distinta. Los veo como víctimas de la industria del porno. Sé que los hombres desean lo mismo que las mujeres: no el sexo sino el amor. Todos queremos amor. Todos tenemos un vacío que llenar, pero algunas personas tratan de hacer eso con el porno. Algunos hombres pagan un alto precio por su adicción a la pornografía con la pérdida de sus familias y el empleo. Es tan triste y trágico para mí. Sé que la pornografía destruye a las personas que la hacen y a quienes pagan para verla. Esto lo tengo claro ahora.

- Pero cuando estas en la industria del porno, en realidad no lo ves así, ¿verdad? Es, básicamente, no preocuparse ni por ti misma ni por cualquier otra persona. 

- Una  no tiene ningún respeto por sí misma o por la persona con que estás. Todo es cuestión de dinero. Es todo cuestión de supervivencia. Entras en la industria, no te preocupas por ti misma, y cuanto más tiempo permanezcas en ella menos te preocupas por ti misma.

- Sé que realmente me odiaba a mí misma en el momento en que me fui. ¿Cuál fue el punto clave para ti? ¿Cuándo decides finalmente liberarte de todo eso?

Muchas cosas pasaron a la vez y me sentí cribada en gran manera. Yo estuve dentro y fuera de la industria del sexo durante muchos años. Traté de salir muchas veces antes, pero siempre necesitaba el dinero y  no sabía qué más hacer, así que volvía a ella. Por fin toqué fondo ha
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ce unos años. Lo perdí todo y las cosas no fueron bien nunca más. Había tenido suficiente de la venta de mi cuerpo y alma y no quería hacer eso nunca más. No sabía cómo iba a sobrevivir, pero no tenía alma para venderme más. Yo estaba muerta en mi interior. Este fue el punto más bajo en mi vida. Yo tenía un hijo en este momento y no quería arruinar su vida. Si yo no hubiera sido madre podría estar muerta.Creo que parte de mi motivación fue querer ser una buena madre para él.

- Decidiste dejarlo porque no podías aguantar más, pero estaban allí los temores...

- Fue muy difícil al principio pero poco a poco me fuí sintiendo muy bien, hasta que finalmente me dejé llevar y quedé liberada. Mi único temor era ser capaz de sobrevivir sin el dinero que me mantuvo enganchada. Me preocupaba cómo podría cuidar de mí misma y mi hijo.

Las dos sabemos que muchas de las niñas en la industria sufren de enfermedad mental. Yo sé que yo misma sufría de depresión grave, incluso después de salir de la industria.¿Cómo describirías tu estado mental a la salida de la industria del porno?

- Ahora sé después de años que quedé traumatizada por ella. Fueron muchos años de permanente opresión y abuso de todo tipo. Cuando me fui y dejé las drogas mis emociones afloraron en carne viva por primera vez en años. Con los años, he sufrido depresión y ansiedad, entre muchos otros problemas, y tuve que recibir asesoría y tomar la medicación. Cualquier persona que entra en eso y ya tiene una enfermedad mental, sólo empeorará las cosas.

- ¿Qué pasa con los problemas físicos?

Con los años sobre todo he tenído que hacer frente a enfermedades de transmisión sexual. Tenía muchas infecciones todo el tiempo. Salí de Hollywood, porque me afectó mucho la infección de clamidia. Mi abdomen me dolía tanto que tuve que volver a casa. Mis entrañas habían sido tan maltratadas, que en un momento, un médico de Planned Parenthood trajo a un grupo de pasantes a ver mi cuello dañado. Yo sabía que el "negocio" estaba haciendo pagar un peaje a mi cuerpo.

- ¿Cómo te has recuperado personalmente de tu tiempo en el porno? ¿Fue muy difícil?

- Siento que la única manera de recuperarme es estar con Dios en mi vida. Dios me da la esperanza  que no tenía antes. Los últimos años han sido duros, pero valió la pena. Las cosas que me han ayudado han sido el apoyo constante de los demás, la oración, la Palabra de Dios, y mucho amor. Las cosas más difíciles han sido tratar de romper los viejos hábitos y conseguir un "trabajo real". Se trata de aprender a vivir de manera distinta y mejor.Creo que mi recuperación es una cosa permanente y que toma mucho tiempo. Estuve muchos años y me causé una gran cantidad de daño. Sé mucho más acerca del porno ahora que cuando lo estaba haciendo.

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- ¿Crees que Cristo tuvo un papel importante en su recuperación?

- Sé que Jesús era la única manera de salir y permanecer fuera para siempre! Por una vez, tuve la esperanza. Jesús me salvó la vida. Su amor es increíble. Nunca había experimentado el amor de esa manera. Mi mente se renueva todos los días por él.Todas las mentiras que han gobernado mi vida están siendo reemplazadas por la verdad, la palabra de Dios.Me he dado cuenta de que Dios es mi padre y se hace cargo de mí. Ha empezado a arreglar las cosas en mí que se habían roto. Puedo ser más fuerte en mi fe todos los días. Él todavía está trabajando en mí. Creo que soy una mejor madre ahora. Yo no habría hecho nada de esto si no fuera por mi hijo pequeño. Quiero que sepa la verdad sobre la pornografía y trate a las mujeres con respeto.

- ¿Cómo ves tu recuperación? ¿Sientes que la parte más difícil ha terminado, o todavía percibes que todavía hay heridas que sanar?

- Creo que la parte más difícil ha terminado, pero todavía tengo que continuar mi proceso de curación que es probable que dure el resto de mi vida. He aprendido a vivir de una nueva manera y he estado aprendiendo cómo Dios trabaja. Una de las cosas que más sanación produce en mí es ayudar a otros afectados por el porno. Llegar a los demás me ayuda a sanar. El amor de Dios llena ese vacío ahora. Me dije cuando estaba atrapada en el porno, que si alguna vez salía (creía que nunca) que me gustaría tratar de ayudar a las mujeres de ese mundo. No hubo ayuda para mujeres como yo.

- Entonces, ¿cómo te ves a ti misma en el futuro? Sé que eres voluntaria de la Fundación Rosa de la Cruz y llegas a otras chicas. 
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 ¿Te ves continuando por ese camino?

- Definitivamente pienso que ahí es donde Dios me quiere, que se remonta a esa pesadilla para ayudar a salvar a la gente de él. Cuando veo algunas de esas niñas, me veo a los 18 años. No había tal cosa como la Cruz Rosa cuando hice porno. Yo sé que la pornografía es un problema importante y parece que no se está haciendo mucho al respecto. Me encanta La Rosa de la Cruz y la Fundación seguirá trabajando con ellas. Hay una cierta manera de abordar la cuestión de la pornografía y la educación e informar a todos hace la diferencia. También estoy pensando en pasar de Colorado a California para ayudar con la causa.

- Eso es  impresionante Jenni. Si se puede decir una cosa a los hombres que están leyendo esto ahora mismo, ¿cuál sería?

- Hombres, ¡Dios los ama! Yo también los quiero y siempre rezaré por todos ustedes, para que se rompan las cadenas. Ustedes son esclavos de la pornografía tanto como cualquier estrella del porno. Si ustedes están viendo pornografía o son adictos a ella, están tratando de llenar un vacío dentro de ustedes que sólo Dios puede llenar. Siempre que ustedes miran pornografía, están haciendo el vacío más grande, y destruirán sus vidas. El porno es un mal, una droga, un veneno y una mentira. Si piensan que pueden mantenerse en la oscuridad, Dios los llevará a la luz para acogerlos y sanarlos. Estas mujeres son preciosas y merecen ser amadas tanto como usted. Hay una persona real al otro lado de las imágenes que ustedes están viendo, y ustedes están destruyendo su vida y las vidas de sus hijos. Cada película porno tiene la hija de alguien en ella. ¿Y si fuera su niña? ¡En realidad, ustedes pueden estar asistiendo a la muerte de alguien! Actrices y actores pornos mueren todo el tiempo de SIDA, de sobredosis de drogas, a causa de suicidios, etc. Por favor, dejen de mirar pornografía.

Jennifer Case dice que abandonó la industria del sexo hace tres años por la gracia de Dios, y su mensaje a los hombres es muy claro: “Hay una persona real al otro lado de las imágenes que están viendo, y con lo que hacen están destruyendo su vida y las vidas de sus hijos”.

La medicina ha añadido ya a su lista de adicciones, encabezada por las consabidas a las drogas y al alcohol, la del sexo. Su poderosa industria esconde el drama de no pocas personas cuyas vidas han quedado seriamente dañadas, arruinadas en muchos casos.

Ese era el caso de Jennifer Case, una actriz porno que abandonó este negocio “pervertido y pervertidor” hace tres años gracias a Jesús y que hoy, aún en la lucha por recuperarse de sus devastadores efectos, ayuda a que muchos dejen la adicción.

Ella dice que el porno es “el mal”, y también que “es una droga, un veneno y una mentira”. 
UN DAÑO INTEGRAL

Case no esconde el grave daño que el porno ha causado en su vida. En una entrevista con The Porn Effect, Case manifiesta desde su propia experiencia personal el daño que la industria del porno produce en las mujeres que involucra en esta sórdida industria.

Ella dice que fue traumatizada, oprimida y abusada, y que la llevó a depender de las drogas. A su vez necesitaba el dinero del porno para seguir teniendo acceso a ellas, con lo que se convertía en un círculo esclavizador. Además, físicamente tenía que hacer frente a enfermedades de transmisión sexual: “Tuve muchísimas y diferentes infecciones todo el tiempo. Abandoné Hollywood, porque afectó mucho la infección por clamidia. Me dolía tanto mi abdomen que tuve que volver a casa”, dijo.

UN MENSAJE A LOS HOMBRES

La industria del porno se alimenta de sus consumidores –ellos y su dinero dirigen este negocio destructivo-, por eso el daño causado a estas mujeres se puede atribuir tanto a los consumidores como a los productores. Sin embargo, la ex actriz porno no tiene ningún rencor contra los hombres por su vida pasada. Ella posee una aguda percepción de la naturaleza adictiva del porno y dice que se da cuenta que tendrá la ayuda de Dios para que los hombres se alejen de la adicción, así como hizo con ella para que dejara el negocio.

“Hombres, ¡Dios los ama! Yo también los quiero y siempre oraré por todos ustedes, para que se rompan las cadenas”, dice. “Ustedes son esclavos de la pornografía tanto como cualquier estrella del porno. Si ustedes están viendo pornografía o son adictos a ella, están tratando de llenar un vacío interior que sólo Dios puede llenar. Cuanto más miran pornografía, más aumentan su propio vacío, y acabarán destruyendo sus vidas”.

En su apremiante llamado a los hombres, Case concluye la entrevista diciendo: “Estas mujeres atadas a la industria de la pornografía son preciosas y merecen ser amadas tanto como usted. Hay una persona real al otro lado de las imágenes que ustedes están viendo, y ustedes están destruyendo su vida y las vidas de sus hijos. Cada película porno tiene la hija de alguien actuando en ella. ¿Y si fuera su propia hija? ¡Incluso en realidad, ustedes pueden estar asistiendo a la muerte de alguien! Actrices y actores pornos mueren continuamente de SIDA, de sobredosis de drogas, a causa de suicidios, etc. Por favor, dejen de mirar pornografía”.

¿CÓMO SALIR?

Preguntada sobre cómo pudo recuperarse de los efectos que su “profesión” dejó en ella, Case responde que “la única manera en que yo pude recuperarme de aquello es teniendo a Dios en mi vida. Dios me da la esperanza que no tenía antes”. Tras admitir que los últimos años “han sido duros, pero que han valido la pena”, revela los elementos clave de la fórmula para salir del problema: “el constante apoyo de los demás, la oración, la Palabra de Dios, y mucho amor”.

“Lo más difícil -admite en la entrevista- ha sido tratar de romper los viejos hábitos y tratar de tener un ‘trabajo real’. Se trata de aprender una nueva forma de vida, una mejor manera de vivir. Creo que mi recuperación es una cosa progresiva y continua que llevará mucho tiempo. Estuve metida en eso muchos años y por eso es grande el daño causado”.

CONFIANDO EN JESÚS

Jennifer Case reconoce que “Jesús era la única manera en la que podía salir y permanecer fuera para siempre. El salvó mi vida. Su amor es increíble. Nunca había experimentado el amor de esa manera. Fue tan intenso que a veces me duele. Mi mente está siendo renovada todos los días por Él. Todas las mentiras que rigieron mi vida están siendo reemplazadas por su verdad, por la Palabra de Dios. Jesús me hizo ver que Dios era mi padre y que me cuidaría. Él comenzó a arreglar las cosas que se habían roto en mi interior”, señala.

A pesar de los grandes logros, Jennifer es realista y asegura que Dios aún no ha terminado su trabajo con ella. “Creo que la parte más difícil ha finalizado, pero todavía tengo que acabar de sanarme y es probable que ese proceso me tome el resto de mi vida. Una de las cosas que más me ayudan es cuando puedo salvar a otros afectados por el porno. Cuando yo estaba atrapada en el porno me decía a mi misma que si alguna vez salía (yo pensé que nunca) me gustaría tratar de ayudar a las mujeres de ese mundo” agrega.

MULTIMEDIA

- ENTREVISTA original (en inglés) a Jennifer Case en The Porn effect 

JANE RUSSELL : de " pro choice" a pro-vida

No se si la actriz hollywoodense Jane Russell se convirtió al catolicismo o al cristianismo evangélico,  la noticia la saco de la website de Religión en Libertad del cual no afirma nada la confesión de fe. Lo importante es el sustrato moral por que la diva tuvo un proceso de "conversión" acaecido después de abortar a su único hijo con un resultado ruinoso del cual la llevó a una profunda crisis espiritual o existencial para luego buscar a Dios aún en las sombras de la Meca del cine.  
El pasado 28 de febrero del 2011 moría Jane Russell, una de las actrices de moda en los años cuarenta y cincuenta, conocida por su explosiva belleza, sensualidad y cierta provocación. En Hollywood se la conocía como "El pecho", gracias a su voluptuosa figura. 

Éxito en HollywoodComenzó en el cine gracias a la protección del multimillonario Howard Hughes, con la película El forajido. Compartió protagonismo con Marilyn Monroe en Los caballeros las prefieren rubias(1953), cobrando diez veces más que su compañera de reparto. Con Robert Mitchum protagonizó Una aventurera en Macao (1952) y con Groucho Marx, Bob Hope, Glenn Ford y Clark Gable, participó en otras tantas producciones de éxito. 

Podría parecer que Jane Russell fue una actriz más, frívola y despreocupada del mundo, pero no fue así.

Aborta a su bebéTras una juventud "salvaje", se quedó embarazada a los 18 años y decidió abortar al bebé que llevaba dentro como la "mejor solución" que le proponían sus amigas. Aquí comienzaría su calvario que relatara en el libro Jane Russell: mi andar y mi desvíos: Una Autobiografía (Franklin Watts, Londres), publicado en 1985. 

De "pro-choice" a pro-vidaEse aborto provocó en Jane Russell una infertilidad de por vida lo que hizo convertirse en una "antiabortista convencida", recuperando también la fe cristiana que le ayudaría a superar su dependencia con el alcohol.

Funda el Grupo cristiano de HollywoodTras pasar por tres matrimonios, adoptar a tres niños y saborear las mieles del éxito, Jane Rusell tocó el infierno. Su aborto, el alcohol, los matrimonios rotos, los excesos de la noche, la falta de dinero y el sin sentido de la vida, llevo a Jane a retomar la fe infantil inculcada por su madre y decidirse a cambiar de vida.

Tanto es así que creó el Grupo cristiano de Hollywood, que consistía en organizar cada semana una reunión de estudio de la Biblia con personas que trabajaban en la industria del cine. Muchos actores y actrices, productores y directores pasaron por esos grupos que, en ocasiones se realizaban en casas y, en otras, en teatros y auditorios.

Crea un organización de adoptación internacionalDesde 1950, la actriz Jane Russell decidió crear una organización que ayudará a canalizar las adopciones. Así nació la World Adoption International Agency (Waif), que ha logrado, en todos estos años, la colocación adoptiva de casi 38.000 niños en estados Unidos.

Una fe reciaSu evangelización en los estudios de Hollywood era bien conocida. No escondía cristianismo y, siempre que podía, hacía gala del mismo: «No sé cómo la gente puede sobrevivir a todos las catástrofes de la vida sin fe, sin saber que el Señor te ama y se preocupa por tí y tiene un plan para tu vida»

En una de sus últimas entrevistas, concedida a la revista Christianity Today, le interrogaron sobre "¿el consejo qué daría a un cristiano que está pensando en trabajar en la industria de Holywood?". "Buena suerte, cariño", fue su respuesta. "¿Y si aún así quiere?", insistió el periodista. "Bien, adelante, -señaló Jane- hazlo, ¡por amor del Cielo! Pero no rompas los mandamientos del Señor".

Sin pelos en la lenguaEn una de sus últimas entrevistas concedidas, Jane, en plan jocoso, decía que era "una fanática cristiana, conservadora, de derechas y oscurantista". Es decir, y ya en plan más en serio: "Soy intolerante con los idiotas que tratan de deshacerse de los Diez Mandamientos de las paredes de los tribunales, la Biblia y la oración en las escuelas."

Compromiso político con el Partido Republicano
Tenía un compromiso muy fuerte con el Partido Republicano, y solía apoyar públicamente a políticos como Ronald Reagan o George W. Bush. Era especialmente sensible y concienzuda en apoyar todas los proyectos políticos que reflejaran los "principios no-negociables".

Último gesto antes de morirEn su testamento dejó escrito que prefería no recibir flores en su funeral, y en su lugar se canalizara ese dinero en donativos para la Red de Atención del embarazo,organización que se ocupa de auxiliar a mujeres con embarazos imprevistos y que están en serio riesgo de abortar, así como el Centro de Recursos en Santa María o el Departamento Legal del Condado de Santa Barbara, que facilitan asistencia jurídica a los niños abusados o rechazados por sus familias biológicas.

CONTRA LUJURIA ---CASTIDAD : conversión de Dawn Eden


Fuente : Religión en Libertad 
En la ópera de Wagner Tannhäuser, un juglar medieval vuelve a su aldea, buscando la sanación y la salvación después de haber desperdiciado sus años como esclavo voluntario de Venus. Pero cuando sus vecinos saben donde ha estado, le dicen que ha renunciado a la esperanza. Una vez que el hombre ha saboreado las delicias de Venus, le dicen, nunca conseguirá sacarla de sus entrañas.



Estamos rodeados de Tannhäusers modernos: hombres y mujeres adictos a la pornografía; singles que buscan el amor a través del sexo y casados que desean el placer excluyendo la procreación. 


Nuestra fe católica enseña que para todos ellos hay un camino de perdón y reparación. Y sin embargo, demasiado a menudo los damos por perdidos y hablamos de la castidad como si fuera una virtud reservada sólo para quienes son vírgenes

Haciendo esto, efectivamente compramos la mentira cultural de que los esclavos del placer nunca encontrarán la libertad en Cristo.

No tiene por qué ser así. El Venerable Arzobispo Fulton Sheen describió el estado de hartura decepcionada como "gracia negra" - una especie de hartazgo que podía llevar a la "gracia blanca" de la conversión.

Muchos de los que se han tragado las mentiras de la revolución sexual tienen que enfrentarse a la oscuridad de esta gracia negra. Si se les presenta la verdad de la castidad, pueden lograr transformarse en Cristo. Lo sé porque me ocurrió a mí.

Dawn Eden en su época promiscua

En los 90, como joven periodista judía especialista en rock que vivía en Nueva York, me pasaba el día entrevistando a bandas para la revista MOJO y las noches cazando en las discotecas, vestida con ropa calculada para ofrecer a los que miraban un buffet de epidermis. 

Actualmente soy una estudiante de posgrado en Teología en un seminario católico y autora de The Thrill of the Chaste: Finding Fulfilment While Keeping Your Clothes On [La emoción de la castidad: encontrar la plenitud sin quitarse la ropa, ndt]. Miro mi vida y es como si Marianne Faithfull se hubiera metamorfoseado en Mary Whitehouse. ¿Qué pasó? 

Mi conversión empezó en 1995 cuando un músico de rock de Los Angeles al que estaba entrevistando mencionó que estaba leyendo una novela, El hombre que fue jueves, de un autor del que nunca había oído hablar, G. K. Chesterton. Compré inmediatamente una copia de la novela, pensando que me ayudaría a camelarme al músico cuando volviera a la ciudad.

Una frase del primer capítulo me tocó: “Lo más poético del mundo es no estar enfermo”. Ese fue mi momento de gracia negra. 

En aquel entonces yo estaba atrapada en un círculo vicioso. Sola porque no era amada, me entregaba a "amantes" que no me amaban. Chesterton me obligó a reconocer lo que yo había intentado suprimir: mi profundo deseo de sanación, de tener mi vida ordenada de arriba abajo, de conocer la poesía de no estar enferma.

Con el tiempo (y con más Chesterton), empecé a experimentar la gracia blanca de la conversión. Pero era reacia a situarme bajo la autoridad de una confesión en particular, por lo que intenté proceder por el camino cristiano sola. 

Descubrí muy pronto que cambiar mis creencias no era suficiente para cambiar mis costumbres.

Estaba claro que todos los deseos que había satisfecho habían fracasado en acercarme al amor que buscaba. Y también estaba claro que sólo recibiría ese amor si yo aprendía a entregarlo adecuadamente. Pero, ¿cómo podía aprender esto?

Un amigo católico que vio mi lucha me dio un libro que tenía muchas citas del Catecismo de la Iglesia Católica.

Encontré mi respuesta: desarrollar la virtud de la castidad me enseñaría a amar a los otros como Dios me ama (CCC 2347-48). La castidad nada tiene que ver con cerrar la puerta al amor humano, sino con dejar entrar al amor divino. Significa dejar que Dios dé nueva forma a mis deseos para alinearlos con Su deseo de mi felicidad.

En la nueva edición católica de The Thrill of the Chaste (revisada después de la edición de 2006, que escribí antes de entrar en la Iglesia), me centro en el "sí" de la enseñanza de la Iglesia, porque uno no puede entender los varios "noes" a no ser que uno entienda primero el "sí" general.

Por ejemplo, uno no puede entender porqué la Iglesia no apoya los anticonceptivos y el matrimonio entre personas del mismo sexo hasta que uno entiende que el amor matrimonial es por definición un acto de la voluntad libre, total, fiel y fecundo (cfr. Humanae Vitae 9).

Admitámoslo, la castidad no es lo que está de moda. Pero en una sociedad que ha dejado de ser cristiana, esto es lo que la hace muy interesante

Aquí, en Occidente, el Cristianismo tuvo una buena y larga vida como cultura dominante y ahora es, de nuevo, la contracultura.

El Papa Francisco lo sabe. Por esto, cuando habla sobre la castidad, utiliza el lenguaje de la rebelión. Dirigiéndose a los jóvenes sobre el tema de la Jornada Mundial de la Juventud diocesana 2015 – “Bienaventurados los limpios de corazón” ­– les pide que “se rebelen contra esa tendencia tan extendida de banalizar el amor, sobre todo cuando se intenta reducirlo solamente al aspecto sexual […] contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, cree que ustedes no son capaces de amar verdaderamente”.

En la ópera de Wagner, Tannhäuser intenta liberarse del abrazo de Venus porque siente, aunque débilmente, que algo vital falta incluso en sus más seductores deleites. Francisco nos anima a confiar en que también nuestros Tannhäusers puedan alcanzar ese punto de la gracia negra: el doloroso reconocimiento de que el "amor" sin ataduras que ellos esperaban que les satisficiera es, en realidad, sólo un empobrecimiento de lo que se supone que es el amor.

Pero ellos necesitan nuestra ayuda. Podemos empezar creando una contracultura de la castidad dejando de tratar nuestras "duras enseñanzas" como si fueran pastillas amargas que tienen solo una vinculación accidental con el banquete celestial.

La castidad no es una incómoda nota a pie de página de la Buena Nueva. Es la Buena Nueva, demostrando que los brazos de Venus no son el complemento al corazón de Jesús.

(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)

HISTORIA 

Dawn Eden, víctima de abusos sexuales: «Leer a los santos me ayudó a perdonar a mi agresor»


Judía conversa al catolicismo, Dawn Eden es una de las ensayistas católicas más brillantes de EEUU. Acaba de publicar un libro basado en su dramática experiencia y en el testimonio de los santos que también sufrieron abusos: "Dios ha permitido que mi corazón fuera herido para que yo pudiera sanar en el suyo", asegura.

Dawn Eden, víctima de abusos sexuales: «Leer a los santos me ayudó a perdonar a mi agresor»
Cuando en 2006 salió The Thrill of the Chaste: Finding Fulfillment While Keeping Your Clothes On("La emoción del casto: encontrar satisfacción con la ropa puesta"), Dawn Eden fue saludada en EEUU como una de las más brillantes ensayistas católicas de la nueva generación

El libro, que se convirtió rápidamente en bestseller y que ha sido traducido a diversas lenguas, es unadefensa de la denostada virtud de la castidady, al mismo tiempo, una mirada irónica y sutil hacia el mundo libertino caricaturizado a través de la célebre serie de televisión "Sexo en Nueva York". Un mundo del que Dawn Eden formó parte como judía liberal cuando se trasladó a Nueva York para comenzar la que sería una exitosa carrera en el periodismo musical. Escribía para revistas de música rock y pop tan prestigiosas como Billboard oMojo, y colaboraba con el New York Press

Hasta que, a los 31 años, tras un tiempo militando en el agnosticismo, Dawn se convirtió al catolicismo. Una conversión que se produjo en un momento de encrucijada vital y que estalló en su encuentro con ese maestro de la prosa y del ingenio espiritual que es G.K. Chesterton. Dawn, que fue despedida del New York Post por retocar un artículo sobre la fecundación in vitro con ideas provida, comenzó a ser reconocida y se convirtió en una solicitada conferenciante. 

Se mudó a Washington para estudiar teología con los dominicos, donde se ha graduado con una tesis sobre la llamada "teología del cuerpo", del papa Juan Pablo II. 

El drama del abuso sexual
En los últimos meses, Dawn Eden ha vuelto a remover la opinión pública con un libro que también parte de un elemento biográfico, pero en este caso mucho más dramático: el de su condición de víctima de abuso sexual cuando solo era una niña de seis años

Mientras los sábados su madre acudía a la sinagoga, ella se quedaba jugando en la biblioteca adyacente a la comunidad judía, donde un hombre se aprovechó repetidamente de ella. Y aquel hecho traumático Eden simplemente lo “tapó” con las experiencias de la vida, como se puede cubrir el cráter de un volcán todavía activo. 

Su curación llegó cuando tomó conciencia de que aquella era una herida que había que sanar, y esa sanación llegó por dos vías: con la ayuda, primero, de un psicólogo y, a la vez, de unos compañeros de camino muy especiales: los santos. Así nació My Peace I give you, Healing Sexual Wounds with the Help of the Saints (Mi paz os doy: curando las heridas sexuales con la ayuda de la Santos), editado en EEUU por Ave Maria Press; "un libro dedicado a todos aquellos que han sufrido abusos en la edad más inocente de la vida", según sus propias palabras. 

"El problema del abuso sexual cruza todos los grupos sociales, todas las religiones", explica Dawn. "En los Estados Unidos una de cada cuatro mujeres adultas y uno de cada seis hombres adultos aseguran haber sido víctimas de abusos sexuales en la infancia. Así que el problema es bastante amplio", sostiene. 

"No ha habido nunca un libro de espiritualidad católica para adultos víctimas de abuso sexual infantil. Los únicos trabajos que mencionan el cristianismo y las heridas sexuales en su título son los libros sobre los casos de pederastia en la Iglesia, o libros que adoptan un enfoque protestante de la curación, o los que ponen un barniz cristiano sobre los métodos psicoterapéuticos. Mi paz os doy no es nada de todo eso; es un libro sobre cómo aprender a encontrar la curación a través de la oración y de la experiencia de los grandes santos", sostiene.

Los santos también sufrieron abusos
My Peace I give you es un viaje que toca el corazón y que parte de los nudos interiores más angustiosos de quien ha sido violado (el sentido de culpa por no haber sabido huir del propio verdugo, el sentirse "manchado" en el alma y humillado en el cuerpo) y que ilumina con las enseñanzas y el ejemplo de grandes figuras de la historia de la Iglesia. 

Desde la polémica de San Agustín con los paganos en su libro La Ciudad de Dios –los cuales sostenían que las vírgenes violadas ya no podían considerarse tales, mientras que el santo de Hipona rebatía con desdén que su pureza permanecía intacta– al ejemplo de los beatos que pasaron por la prueba de un intento de abuso o un verdadero abuso sexual, como Laura Vicuña (1891–1904), la pequeña chilena perseguida por el compañero de su madre, que murió perdonando al monstruo que tenía en casa y ofreciendo su vida por que su madre consiguiera dejarle a él y el estado de pecado en el que vivía. 

Dawn recurre también a la experiencia de santos como María GorettiBernardo de ClaravalJosefina BakhitaTomás de Aquino o Ignacio de Loyola, quienes sufrieron maltrato, abandono o abuso sexual, y, gracias a su extraordinaria condición espiritual, pudieron y supieron perdonar y abrirse en mayor medida al amor de Dios. 

“La realidad es que los santos eran tan humanos como cualquiera de nosotros, y algunos de ellos sufrieron abuso incalificable, aunque esto rara vez se menciona en la actualidad. Cuando se trata, por lo general, es de forma rápida y superficial, o se pasa por alto. Y sin embargo, forma parte de su vida, y su voz y su intercesión son necesarias, los lectores descubrirán santos con heridas como las suyas, cuyas historias dan testimonio delpoder transformador de la gracia”, explica Dawn. 

“La idea de que una víctima de abuso sexual no es tan santo o casto como alguien que es capaz de escapar de violación física, como si la Iglesia recompensara con puntos espirituales para aquellos que son más rápidos o más fuertes, defendiéndose de su atacante, está totalmente en contra de cualquier comprensión católica de la santidad. La carrera no es de los más rápidos, ni la guerra de los más fuertes, dice el Eclesiastés (9:11), y la santidad no es una competición atlética, sino una medida de nuestro amor a Dios y la bondad moral. Dios ha permitido que mi corazón fuera herido para que yo pudiera sanar en su corazón traspasado y así Jesús pudiera encontrar un lugar en el mío". 

Dawan cree que "Dios permite el mal sólo porque puede traer un bien que es más grande que el mal. Y, yendo más allá, ha permitido todo esto para que mi corazón fuese grande como para ofrecer refugio a las demás almas heridas, llevándoles al mismo Cristo que yo he recibido. Estamos unidos a la pasión de Cristo en todo nuestro sufrimiento. Nuestro Salvador está herido y sus heridas son glorificadas”, confiesa. 

Un testimonio necesario y arrollador que nos recuerda que no hay heridas tan profundas que el Señor no pueda curar.

La periodista de rock Dawn Eden: una vida de desenfreno hasta que Dios se cruzó en su camino

La periodista de rock 

Dawn Eden: una vida 

de desenfreno hasta 

que Dios se cruzó en 

su camino

De difusora de la revolución sexual, como periodista de música rock, pasó a ser publicista de la castidad mediando la intervención de Chesterton.

«Pueden contarme entre esas hijas insatisfechas de la revolución sexual». Son palabras de una mujer que trae una vida de desenfreno a sus espaldas. Periodista especializada en música rock, colaboradora de publicaciones tan importantes como BillboardMojoSalon New York Press, su vida pasada osciló entre el desenfreno sexual y el feminismo auto-destructivo.
Pero en 1995 «algo pasó»: tras entrevistar al líder de la banda Sugarplastic, Ben Eshbanch, compró un libro recomendado por el entrevistado. El libro se titulaba «El hombre que fue jueves», del siervo de Dios Chesterton. No pasó mucho tiempo para que otras obras del mismo autor comenzaran a llenar su biblioteca personal.
Pasaron cuatro años hasta que una experiencia personal la marcó. Una noche de octubre experimentó una conversión que la llevaría a abrazar el catolicismo en 2006: «Escuché una voz de mujer que decía: algunas cosas no están para ser conocidas, sino para ser entendidas. Me arrodillé y me puse a rezar», refiere Eden. Lo que había leído en las obras de Chesterton, especialmente en Ortodoxia, encajaban y decían ahora todavía más.

Así, de esa vida disipada en la que a las entrevistas con las estrellas del rock seguía ordinariamente el sexo con las mismas, Dawn Eden tuvo el coraje de seguir con coherencia las implicaciones de la fe en que era recibida.
Ahora defiende públicamente los valores cristianos, aunque ello haya supuesto ser despedida de algunas de las publicaciones donde colaboraba (como el New York Post). Dios no la abandonó: New York Daily la contrató como editora. Ahora ofrece conferencias en defensa de la castidad y en 2008 publicó el libro «La aventura de la castidad: encontrando satisfacción con tu ropa puesta». Así, de difusora de la revolución sexual ha pasado a publicista de la castidad, gracias a ese encuentro con Dios que transforma las vidas y los corazones.

UNA SANTA EN SU VIDA 

Sólo pudo enfrentarse 

a su pasado de abusos 

al conocer el caso de 

la niña beata Laura Vicuña

Dawn Eden se convirtió al catolicismo y se consagró a predicar la castidad. Pero había algo en su vida que no había revelado.


Como contó en su día ReL, Dawn Eden, neoyorquina, de origen judío, periodista especializada en música rock, y defensora y ejercitante de la libertad sexual más absoluta, se convirtió al catolicismo en 2006 y se convirtió en un apóstol de la virtud contrapuesta, consiguiendo un gran éxito con su libro de 2008 La aventura de la castidad


Entonces contó buena parte de lo que había sido su vida anterior (abrazó la fe a los 31 años): "Me atreví entonces a contarle a la gente cómo el amor de Cristo me había salvado de una depresión suicida y me había dado fuerzas para romper con un estilo de vida sexualmente degradante", dice hoy, cuando se acerca ya a los cuarenta.


El dolor secreto
Pero hubo algo que no contó porque no estaba preparada, y sí ha dado a conocer ahora, al publicar una nueva obra, Mi paz os doy, que lleva el imprimatur del cardenal Donald W. Wuerl, arzobispo de Washington, y ofrece una espiritualidad católica para las personas heridas por el abuso sexual infantil: "En este libro comparto también mi historia como víctima de abusos y sanada a través de Cristo y su Iglesia", confiesa.



En el texto recuerda que hubo santos que también padecieron algún tipo de abuso o trauma infantil -no necesariamente sexual-, desde doctores de la Iglesia como Santo Tomás de Aquino oSan Bernardo, a otros menos conocidos como Santa Margherita Castello (1287-1320) o Santa Josefina Bakhita (1869-1947). Aunque no fue ninguno de ellos quien sobre todo la rescató, sino la historia de la niña Beata Laura Vicuña (1891-1904), nacida en Chile y muerta en Argentina, y cuya vida se recoge, entre otros, en el libro Santos de pantalón corto de Javier Paredes (HomoLegens).


"Aunque, cuando me convertí, muchos alabaron mi honestidad sobre mi pasado, evité cuidadosamente revelar el dolor escondido que me impedía experimentar completamente la alegría cristiana. Si hubiese sido totalmente abierta, habría tenido que revelar quesiendo niña sufrí abusos sexuales", explica Dawn: "Los abusos me dejaron un trastorno por estrés postraumático, que se manifestaba en forma de ansiedad, fobias sociales y flashbacks, además de crisis emocionales en las que me culpaba y acusaba a mí misma de mi propia condición de víctima".


Laura Vicuña, en una foto identificada en 2010 por una investigación policial.

"Llevar mis problemas al Señor me ayudaba", continúa en su blog en Patheos, "especialmente cuando descubrí una antigua oración llamada Anima Christi [la ignaciana Alma de Cristo] que pide ´Dentro de tus llagas escóndeme´. Me daba esperanzas saber que en el traspasado Corazón de Jesús había un lugar para mi corazón herido".


La ayuda que le faltaba
Con todo, el alivio de Eden no era completo. Hasta que un día de diciembre de 2010, hojeando el libro de un amigo, se encontró con "la historia de una niña sudamericana que hizo pedazos mis prejuicios sobre la santidad".


Imagen pictórica para veneración de los fieles que se tenía de Laura Vicuña hasta 2010, cuando se encontró una imagen fotográfica auténtica.

Entre los nueve y los trece años, Laura Vicuña fue asaltada, sin éxito, por el violento amante de su madre, quien se negaba a dejarle a pesar de que conocía las luchas de Laura por escapar de Manuel y los castigos a los que éste las sometía a ambas como venganza. En una ocasión, la madre quiso obligarla a que bailara con él para evitar las consecuencias.


Dawn dice que quedó "chocada" al ver que era muy similar al suyo: "El amante de mi madre abusó de mí. De hecho, es una situación habitual entre las víctimas: una niña que vive con su madre sola y con pareja tiene una probabilidad veinte veces mayor de sufrir abusos que una que vive con ambos padres biológicos".


"Me impresionó profundamente saber que la Iglesia había reconocido la santidad de una niña cuyos sufrimientos eran como los míos. También podía identificarme con Laura en su respuesta a los abusos: ella buscaba la presencia de Cristo en la Eucaristía. No hay que tener mucha imaginación para suponer que, al elevar su mirada del sagrario al crucifijo, también se sentiría acogida en las heridas de Jesús".


El perdón heroico de Laura
Poco antes de morir, tras recibir la comunión, Laura Vicuña quiso hablar con su madre y le reveló que la perdonaba y que había ofrecido su vida a Dios por su conversión. "El testimonio de valentía de Laura me dio el coraje que necesitaba para ofrecer el mío en Mi paz os doy", un testimonio que ella brinda también para ayudar a quienes han sido víctimas de abuso por parte de algunos sacerdotes o religiosos.


"Muchas víctimas precisan ayuda psicológica, pero sus heridas principales son espirituales y requieren curación espiritual. Todo el que ha sufrido un trauma cualquiera sabe que incluso las heridas que están por sanar son santificadoras si se las lleva a la luz del Cristo herido y resucitado. Los santos", concluye, "nos muestran el camino".